En medio de una carrera meteórica en empresas multinacionales, me doy cuenta que estoy totalmente fuera de mí, sin ser, viviendo la vida del personaje que me he creado. Y al desear un cambio vital, la vida me planta situaciones que me llevan a dejarlo todo e irme a vivir a una isla.

Empiezo una búsqueda y descubro que dentro y fuera de mí hay un mundo de posibilidades hasta ese momento olvidadas… y CLIC! conecto con el espacio cuántico: mi cuerpo cambia, mis pensamientos son totalmente diferentes, no entiendo nada pero me da igual, estoy fascinada. Al mirar veo en profundidad, los deseos se materializan como por arte de magia;  me siento tan a gusto en mi piel. De repente hago y pienso de una forma irracional que me resulta coherente: es una nueva forma de vida que se gesta en mí.

Me fascina el desarrollo neuronal del cerebro, los impulsos electromagnéticos generados por la mente que influyen en cómo percibimos el mundo y a nosotros mismos; el cómo se graban en la mente los patrones de conducta, la forma de aprendizaje y el desarrollo de la conciencia.

Me maravilla el espacio vacío de las células y la parte de ADN que no te enseñan ni en colegios, ni en universidades, ese espacio de transformación vital, de sabiduría ancestral y poder cuántico. … y al ir profundizando descubro que sé trabajar con la energía. No sé como lo hago, solo lo hago, dejo que mis manos y mi cuerpo se muevan solos, sin que intervenga mi mente.

Experimento en mí y los seres cercanos que se prestan, todos nos sorprendemos ante los resultados, ante la transformación interior que se manifiesta en el exterior.

Ahora soy Carucha Clic, trabajo con la bioenergía y ayudo a las personas, mis luceros, a conectar con su energía, a transformarse, a aprender a vivir usando su potencial, a desarrollar su intuición y acceder a su sabiduría corporal.